(y a mi no me importa mucho que digamos)

martes, 21 de diciembre de 2010

¿QUIÉN ME MANDA MIRAR "SUBRAYADO"?

Prendo la televisión mientras preparo la comida. Está sintonizado Canal 10. Están emitiendo su informativo ("Subrayado") del mediodía. Bajo el volúmen, miro de reojo. El subtítulo dice: "Ventas en La Comercial" pero la cámara muestra a una muchacha recorriendo los puestos callejeros de Villa Muñoz (o Barrio Reus al Norte, o El Barrio de los Judíos) micrófono en mano. La muchacha no sabe donde está, pero el director del informativo tampoco.

Otra noticia: el director de la DGI anuncia el descubrimiento de una millonaria estafa. Subo el volúmen, me entero. Está bien, a alguno agarran y este parece grande. Subfacturación de Playstations. Millones de pesos. Bien.

Mientras sigo cocinando escucho a una locutora que anuncia que a partir del próximo 1º de enero los médicos de las mutualistas privadas podrán recetar pastillas anticonceptivas y preservativos. Según explica la locutora, ello es así debido a la entrada en vigencia de la reglamentación de marras de "La Fonasa".

¿Como dijo? ¿La Fondo Nacional de Salud? Es evidente que la locutora no sabe qué cornos es eso del FO.NA.SA., y le encajó el "la" porque le vió pinta de palabra de genero femenino pues "eso" termina en "a". ¿Y el director del informativo? ¿Sabe? ¿Le importa lo que digan sus lectores de noticias? ¿Cómo voy a confiar yo en un informativo que no sabe donde están sus cronistas ni lo que es una institución estatal tan importante como el Fonasa?

Lo increíble es que yo se muy bien desde hace mucho tiempo que los informativos televisivos carecen de confiabilidad, y sin embargo cada tanto flaqueo y vuelvo a ellos... tan solo para calentarme con su falta de rigor y su displicencia.