(y a mi no me importa mucho que digamos)

sábado, 10 de octubre de 2009

AL COHOL AL COHETE

UNO
Anoche a las doce de la noche, mientras en una gran carpa el frente de la Universidad se realizaba no supe cual parte de la "Movida Joven 2009", a sus fondos se desarrollaba otra historia. En el frente, todo muy sano, todo muy alegre, todo muy culto. En el fondo, los jóvenes de la movida hacían cola en el almacencito de Guayabos y Magallanes para comprar vino y cerveza. Muchos jóvenes. Mucho vino. Mucha cerveza.

DOS
En 1971, uno de los orgullos del recién fundado Frente Amplio, era que en sus actos no había borrachos, mientras que en los de los colorados y los blancos sí. Más aún, los colorados y los blancos usaban (usan) el alcohol o su promesa para acarrear gente a sus actos.

Una vez fui con el ómnibus expreso al Barrio Borro a buscar gente para un acto de Pacheco. Y estábamos ahí y la gente estaba ahí, pero nadie subía. Pregunté qué pasaba y uno contestó: "Que si no llega el vino, no vamos"; y el vino no llegó y nos fuimos vacíos.

En el mismo barrio, en las elecciones pasadas, un compañero fue a buscar a "un comité de Nin" (sic), y la gente recién subió al ómnibus cuando aparecieron los tetrabricks prometidos.

En la campaña del 2004 no lo sé, porque -que yo lo recuerde- no fui a ningún acto, pero en la de 1999, me acuerdo muy bien de que en los dos actos que fuí había jóvenes borrachos y jóvenes drogados.

TRES
En Madrid y otras grandes ciudades españolas, miles de jóvenes se reúnen en plazas los sábados a la noche para emborracharse hasta caer rendidos por el alcohol o por los piñazos. Le llaman "El botellón", y es algo parecido a los festejos de fin de año en nuestro Mercado del Puerto, pero todos los fines de semana de noche, entre jóvenes. Los viejos se quejan de que gritan y se pelean y dejan todo sucio.

CUATRO
Yo no recuerdo muchas borracheras en mi adolescencia (me acuerdo de una terrible que me agarré con R. tomando un tequila que le habían regalado a su padre), pero las que recuerdo las teníamos en privado, y mas bien sin querer. Nunca nos proponíamos emborracharnos por emborracharnos no más, y mucho menos andar por ahí haciendo gala de nuestro alcoholismo.

CINCO
¿Qué es lo que lleva a los jóvenes de un montón de países a considerar la embriaguez no como un medio, sino como un fin en sí mismo? ¿Por qué toman alcohol al cuete? Es muy evidente que la culpa no es de los gobiernos (al menos, no solamente de los gobiernos), y que hay algo más. A mi se me ocurren algunas aproximaciones, pero supongo que alguien ha de haber estudiado el asunto en serio, así que luego veré si encuentro algo en internet. ¡Salud!