(y a mi no me importa mucho que digamos)

viernes, 9 de octubre de 2009

AQUÍ, DESDE HAMLET COLÓN HACIA EL MUNDO

Los otros días contaba que estoy leyendo "America, America" de Ethan Canin, y que me estaba gustando mucho. Pues bien, en una parte, un personaje dice que desde determinada altura se pueden ver los "hamlets" cercanos a la ciudad. ¿Hamlets? ¿Hay una ciudad que está cercada por muchos príncipes de Dinamarca? Aquí hay algo más, me dije, y me fuí al mata-donkeys (o al killer-burros, mejor dicho, ya que consulté la parte English-Spanish del Gran Diccionario Cuyás).

Y ahí me vengo a enterar, luego de cuarenta años de pensar que Hamlet era nada más que un nombre propio, que esa palabra significa "aldea, villorrio, aldehuela, lugarillo, caserío", bah, una especie de cante. Conociendo este dato, no me parece que Shakespeare le haya puesto ese nombre porque sí, nomás, como si fuera Pérez o Fernández, sino que se lo puso a propósito.

Entonces, ya que estaba con el diccionario, me fui a fijar si Macbeth también significaba algo en especial, pero no. En cambio, me encontré con que un Macartney es una especie de faisán, y me pregunté qué curioso que venga a descubrir eso ahora, que acabo de subir a Visiones un reportaje a la flamante nobel de literatura Herta Müller, en el que ella habla de faisanes. Dice:

He escrito un libro titulado El hombre es un gran faisán en el mundo. Ése es un giro rumano. En rumano es muy frecuente decir “He vuelto a ser un faisán”, que significa: “He vuelto a fracasar”, “No lo he logrado”. O sea, en rumano el faisán es un perdedor, mientras en alemán es un arrogante fanfarrón. Como se sabe, el faisán es un ave incapaz de volar, vive en el suelo. Cuando empiezas a cazar y todavía no sabes hacerlo bien, cazas faisanes. La presa más fácil, puesto que el faisán no puede escapar. Los rumanos han incorporado ese rasgo a su metáfora. ¿Y cuál han tomado los alemanes para la suya? Las plumas, el plumaje, lo cual es muy superficial. La vida del animal no interesa a la metáfora alemana; a los rumanos les interesa la existencia del ave, y eso me fascina. El faisán rumano ha estado siempre más cerca de mí que el faisán alemán. Lo mismo me pasa con otras cosas.

En fin, casuales casualidades.
(Y dicho sea de paso, Shakespeare quiere decir algo así como "el que sacude la lanza")