(y a mi no me importa mucho que digamos)

sábado, 10 de abril de 2010

NADA SE DESTRUYE, TODO SE TRANSFORMA

Si usted dudaba de la máxima de Lavoisier (aquél químico francés tan limpito) de que "nada se destruye, todo se transforma", aquí tiene la prueba contante y sonante de que el Antoine-Laurent tenía razón. ¿Vió?
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(La calle que dice llamarse Galicia es Luis B. Cavia, uno de los tantos traidores de Artigas que hicieron la Constitución de 1830 y después se fueron a vivir a Pocitos)