A pesar de que el régimen cubano ha venido siendo mas o menos el mismo durante los últimos cincuenta años, hay un montón de ex izquierdistas y de autodenominados izquierdistas que recién ahora se viene a dar cuenta de que Cuba no es una democracia hecha y derecha. ¡Que curioso! ¿No? Mientras la cubana era una revolución triunfante y próspera, mucha de esta gente le cantaba loas y viajaba a La Habana a recibir premios o a hacer “turismo revolucionario”. Ahora que la revolución cubana ha quedado huérfana y está pagando el precio por los errores cometidos, recién ahora, a esta gente se le da por criticarla.
Recién ahora, y justo ahora, cuando la revolución está más débil que nunca, cuando ese régimen que siempre admiraron y alcahuetearon se tambalea, justo ahora, a toda esta gente le viene un ataque de conciencia republicana y escribe declaraciones y cartas abiertas. Pero las escribe como si ellos hubieran nacido ayer, porque no se lee la más mínima autocrícita ni el más discreto mea culpa por –al menos– haber hecho la vista gorda durante tanto tiempo (algunos, durante toda su vida).
Sin embargo, ni a unos ni a otros se les ocurre escribir ni una línea criticando a China, donde a los disidentes lisa y llanamente los matan a balazos. Pero como en China hay muchas empresas europeas y estadounidenses, y en Uruguay hay muchos importadores que se están llenando los bolsillos vendiendo cosas chinas, a nadie se le ocurre presentar mociones en el parlamento o hacer cartas abiertas criticando a su gobierno.
Ni a la derecha, ni a los ex izquierdistas ni a los auto denominados izquierdistas: a nadie. A Cuba sí, a Cuba ahora hay que criticarla. Ahora que no la precisamos, ahora que ya no puede joder a nadie, ahora que está pasando a la historia, ahora, si, ahora, ahora hay que criticar a la revolución cubana… ¿Saben una cosa? Son una manga de hipócritas.