(y a mi no me importa mucho que digamos)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

COCTEAU DIXIT

Hace unos meses encontré en la mesa de ofertas de la librería "La Feria del libro", un libro llamado "Writers at Work" en el que se recopilan 14 entrevistas realizadas para la "Paris Review" a diversos escritores franceses, ingleses y estadounidenses. A ese libro pertenece el siguiente extracto del reportaje a Jean Cocteau:

El público nunca está satisfecho con lo que hacemos, queriendo siempre una copia de lo que hemos hecho. ¿Por qué escribimos -y sobre todo, publicamos? Le he hecho esa pregunta a mi amigo Genet. "Lo hacemos porque alguna fuerza desconocida para el público y también para nosotros nos impulsa a hacerlo", me dijo. Y eso es una gran verdad. Cuando usted habla de estas cosas con alguien que trabaja sistemáticamente -alguien como Mauriac- se piensa que uno está bromeando. O que uno es perezoso y usa esto como una excusa. ¡Póngase usted en un escritorio y escriba! ¿Usted es un escritor, no? ¡Héte aquí! He probado esto. Lo que sale no es bueno. Nunca es bueno. Claudel en su escritorio de nueve a doce. ¡Es impensable trabajar así! Uno tiene que concentrarse siempre en la luz interior. En el momento en que uno se vuelve conciente de la multitud, actúa para la multitud, es espectáculo. Es detestable. (...) Vea, el arte es un matrimonio entre lo conciente y lo inconciente. El artista no debe interferir. (...) El trabajo de cada creador es autobiografía, aún si él no lo sabe o no lo desea, aún si su obra es "abstracta".

¡Tomá mate!