A mi me llamaba la atención que César Isella hubiera terminado siendo el productor de Soledad Pastorutti. Pensaba: "¿Cómo puede ser que un tipo que compuso la Canción con Todos y el Triunfo Agrario se dedique ahora a fabricar ídolos de la música pop?". Pensé eso durante mucho tiempo, al punto que hoy esta reflexión iba a ser sobre esa presunta "mutación" de César Isella.
Pero fui precavido y antes de comenzar a escribir me puse a buscar información en la red de redes. Encontré la página de César Isella (www.cesarisella.com), y ahí caí en la cuenta de que el tipo sólo escribía las músicas, y que las letras de esas canciones que cantaba con tanta emoción, eran de Armando Tejada Gómez.
En los años 60, estaban de moda las canciones de protesta, y el tipo cantaba canciones de protesta. Ahora el negocio es el folk pop, y el tipo está para el folk pop. Sí, el negocio es el negocio, porque de algo hay que vivir... ¿O no? ¿Hay alguna diferencia entre un cantante y un albañil o un bancario?
Bueno, a veces la hay, a veces no. Depende. Depende del cantante y depende del momento. Hay veces en que el cantante se compromete toda la vida con una idea, una causa, una filosofía, un pensamiento. Y entonces es Zitarroza o Viglietti.
Hay también cantantes que en determinados momentos se comprometen con una idea, una causa, una filosofía y/o un pensamiento, y en otros hacen giras pagados por la Pepsi-Cola, como Bob Dylan.
Hay otros cantantes que ni fu ni fa, andan ahí, en la vuelta, haciendo como sí, y luego no, pero en realidad no sé... Depende, todo depende. Es el caso del negro Rada y el blanco Roos, que tanto te escriben cosas maravillosas como Montevideo o Para espantar el sueño, como reclames para el diario oficioso de la dictadura civil-militar, o hacen televisión chatarra o jingles para Batalla, porque de algo hay que vivir ¿vió?
Y si para sobrevivir tenemos que cantar que queremos escuchar el grito del canilla voceando esa basura infecta alcahueta de los milicos que es el diario El País, y bueno, lo cantamos, que al final el Canario Luna tenía derecho a tomar escocés en lugar de nacional. De algo hay que vivir. Vivir y dejar vivir y jugar callado si es posible.
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Mire las barbaridades que cantaba César Isella en aquellos tiempos:
TRIUNFO AGRARIO
Armando Tejada Gómez / César Isella
Éste es un triunfo, madre, pero sin triunfo,
nos duele hasta los huesos el latifundio.
Ésta es la tierra, padre, que vos pisabas,
todavía mi canto no la rescata.
Y cuándo será el día, pregunto cuándo
que por la tierra estéril vengan sembrando
todos los campesinos desalojados.
¡Hay que dar vuelta el viento como la taba,
el que no cambia todo, no cambia nada!
Éste es un triunfo, madre, del nuevo tiempo,
de estar bajo la tierra, rompió el silencio.
Éste es un triunfo, padre, de la alegría
de tu sueño en semillas sube la vida.
Sube la vida arriba, hasta la espiga,
que si la tierra es hembra, la tierra es mía,
adonde nace el alba, yo siembro el día.
¡"El que no cambia todo no cambia nada"! ¿Se dá cuenta que desubicado?