(y a mi no me importa mucho que digamos)

sábado, 10 de marzo de 2012

UNA ABEJA ANDA MOSQUEANDO

Con el título “Una uruguaya publica en la revista Science”, el diario El Observador de Montevideo reproduce un cable de la Agencia Efe que comienza así:

"Un estudio que publica este viernes la revista Science pone de relieve que, como el Homo sapiens, las abejas también tienen personalidad. La uruguaya Sandra Rodríguez Zás fue una de las investigadoras. Según este estudio, hay abejas exploradoras y de comportamiento más osado, mientras que otras optan por actividades más cautelosas y una vida "hogareña". Cada grupo tiene genes distintos característicos."

Así pues, según el cronista de la Agencia EFE, las abejas “tienen personalidad” (por ende: ¡las abejas son personas!) y por eso eligen entre un comportamiento osado y uno cauteloso. ¡Igual que el Homo sapiens! se entusiasma el hombre. Pero si el lector se da cuenta de que –como dice a renglón seguido el mismo cronista– ello se debe a una cuestión genética, la ilusión se nos viene al piso.

Pero además, para completar ese enfoque tan sensacionalista de esta investigación tan seria e interesante que está realizando la Doctora Sandra Rodríguez-Zas en la Universidad de Illinos, la foto que ilustra la nota en El Observador (la de arriba a la izquierda) no es de una abeja, sino de una mosca… Las abejas son así:

No es tan difícil ¿vió? Poniendo un poquito de atención cualquiera se da cuenta de la diferencia... bueno, es verdad, cualquiera no. (Y por si fuera poco, las abejas no suelen posarse en hojas con espinas sino en los estambres y los pistilos y otras partes pudendas de las flores, que es donde está la dulzura que van a buscar... ¡caramba, qué coincidencia!)