(y a mi no me importa mucho que digamos)

lunes, 10 de enero de 2011

AQUELLOS MONOS...

Este artículo lo escribí hace casi siete años, y -la verdad sea dicha- no tengo idea de qué habrá sucedido finalmente con los monos en cuestión.

800 MONOS: UNA HISTORIA DE DESIDIA, INCOMPETENCIA Y CORRUPCIÓN
Andrés Capelán (Comcosur – 21.09.04)

El ataque sufrido por una niña de 13 años en la ciudad de Treinta y Tres por un mono africano, permitió conocer la circunstancia de que –al volver al país- los militares que participan en las misiones de paz de la ONU en el extranjero no pasan por la aduana. Es así que entre otros bienes indeterminados, suelen traer de contrabando animales exóticos, como ser víboras, pájaros, iguanas, o monos; los que introducen al país sin ningún tipo de control sanitario. En el caso de los monos, se supo que ya hay en Uruguay alrededor de 800 ejemplares de una especie aún no develada, originaria del Congo, los que debido a su pequeño porte, suelen ser traídos por los militares dentro de sus termos.

Según relata el matutino “Últimas Noticias,” el ataque sucedió el pasado 7 de mayo, aunque sólo tomó luz pública en el día de hoy. Ese día, a las 7.30 horas, una niña de 13 años caminaba hacia su liceo en la ciudad de Treinta y Tres cuando un mono macho, de tamaño medio, saltó desde un árbol y le mordió la oreja y la mejilla. El hecho fue la culminación de un período de tensión en la ciudad, pues días antes se había lanzado el alerta de que uno de estos simios andaba suelto tras habérsele escapado a su dueño, un militar que lo había "importado" desde África a su regreso de una misión de paz. La madre de la pequeña, Susy da Luz, formuló las denuncias pertinentes, que dieron como resultado el encierro del animal, por orden judicial, en el Zoológico Municipal de Treinta y Tres, el arresto a rigor del militar y el suministro de la vacuna antirrábica a la pequeña.

A pesar de la gravedad que desde el punto de vista sanitario implica esta introducción de especies exógenas al país, ninguno de los organismos oficiales que podrían haber tomado cartas en el asunto lo ha hecho. El titular de la Dirección General de Recursos Naturales Renovables del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Atilio Altamirano, dijo que si bien la división Fauna de dicho organismo recibió un llamado anónimo advirtiendo del ataque a la niña, no se pudo proceder porque la denuncia nunca fue radicada formalmente. También esplicó que la dependencia que tiene competencia en estos asuntos no es la suya, sino el Ministerio de Salud Pública. Dijo como excusa que los militares que regresan de sus misiones en África "ingresan al país sin control sanitario de frontera ni de aduanas", y que su dirección sólo actúa "cuando el ingreso se realiza por vías normales o a raíz de una denuncia concreta, con datos concretos."

El director del zoológico de la ciudad de Treinta y Tres, Mario Abella, señaló a la citada publicación que el mono en cuestión vivía en esa localidad desde hace nueve años (y nunca a nadie le importó). Fue traído, recién nacido, dentro de un recipiente térmico militar más grande que los de uso habitual. "Es un bicho manso –explicó- antes andaba a caballo con su propietario. Está en el zoológico desde hace dos o tres meses, y es la atracción: 1.000 personas vienen a verlo todos los fines de semana" – agregó- aclarando que no recordaba el nombre científico del animal (el nombre propio sí lo sabe, se llama “Pepe”). Al parecer, el director del zoológico de Treinta y Tres solicitará a alguien que sepa de animales que le clasifique al mono, ya que anunció que en el día de hoy confirmará su philum. Abella también explicó que "Según la veterinaria nuestra, que no es experta en estos temas (¡faltaba más!) el mono habría atacado porque estaría en celo."

Sin embargo, el pasado lunes 20, la directora del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, María del Carmen Paparamborda, comunicó a la Junta Departamental de Treinta y Tres que, según la ley emergente de la Convención Internacional Sobre Especies Amenazadas, vigente en Uruguay, "el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca tiene potestad de policía sanitaria y de decomisar las especies" en cuestión, ya que para el ingreso al país de estos animales se requiere la certificación sanitaria y el correspondiente trámite de importación.” La jerarca explicó que el no cumplimiento de estas normas da origen a sanciones, aunque no explicó cuales. También anunció que "se tomarán las medidas imprescindibles (...) a fin de evitar que se repitan situaciones como la presente," pero tampoco explicó el tenor de esas medidas.

El zoológico municipal dejó constancia de que le efectuó al animal una "revisión visual" (sí, leyó bien), y a instancias de la Junta Departamental, el mismo día la Intendencia Municipal de Treinta y Tres solicitó al Instituto Rubino, del MGAP, la realización de un análisis al animal, ante lo cual el laboratorio respondió que "no está capacitado ni habilitado para tratar con especies exóticas." Dado "el peligro potencial que ello implica para la salud pública", el organismo "cursó notas a la Dirección de Laboratorio Veterinario, el Centro Departamental de Salud Pública de Treinta y Tres y el Control de Comercio Internacional del MGAP", para ver si alguien sabe algo de monos... El director de Barreras Sanitarias de dicho ministerio, Alvaro Carrau, dijo desconocer la situación debido a que los militares están eximidos de pasar por el control, pero "en caso de que sea como se dice, se trata de un hecho gravísimo, porque viola todas las disposiciones sanitarias del país." Espeluznante, tristísimo, vergonzozo.

PENA DE MUERTE PARA MONOS INDOCUMENTADOS

Luego de que el pasado martes el diario “Últimas Noticias” hiciera pública la circunstancia de que una niña había sido atacada por un mono africano en plena ciudad de Treinta y Tres, los organismos oficiales –que permanecieron omisos por mas de cuatro meses- han venido reaccionando de uno en uno. Es así que –ahora- el Ministerio de Salud Pública solicitó asesoramiento sobre cómo proceder a la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Así lo informó al citado matutino el Director General interino de Salud, Julio Vignolo, quien explicó que "Ellos están capacitados porque reciben la información directamente de la Organización Mundial de la Salud. Nosotros no lo podemos determinar. No es tan sencillo decidir qué hacer, porque se trata de animales exóticos. Puede ser que deban permanecer en cuarentena o no."

Es así que en el día de ayer, delegados de los Ministerios de Salud Pública (MSP), Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y Defensa Nacional, y del Zoológico de Montevideo, se reunieron con representantes de la OPS y “debatieron” sobre las distintas formas de tratar a los monos de especies exóticas que fueron traídos al país por los militares a la vuelta de su participación en las misiones de paz de la ONU. Roberto Salvatella, consultor de enfermedades transmisibles de la OPS en Uruguay, dijo que el laboratorio especializado que el organismo posee en Perú “fue puesto a disposición de las autoridades nacionales”. Según se descubrió ahora, “Federico” (el mono en cuestión, detenido ahora en el Zoológico Municipal de Treinta y Tres) pertenece a la especie “cercopithecus” o “mono de Vervet,” la que –precisamente- se halla en peligro de extinción debido tanto al deterioro de su hábitat como a la costumbre de cazarlos para venderlos como mascotas. Fue traído a Uruguay por un militar que sirvió en Mozambique

Según detalla el periódico, los monos Vervet llegan a pesar hasta 10 quilos y a medir unos 50 centímetros de alto. Comen fruta, plantas e insectos, pueden vivir hasta 31 años, y en libertad viven en clanes de unos 15 ejemplares. Nadie tiene la más mínima idea de cuantos ejemplares fueron ingresados al país (las cifras varían desde dos a ochocientos), pero sí se sabe que todos los ejemplares son machos. Esto es así porque los machos son mas tranquilos y resistentes que las hembras, lo que los hace aptos para soportar encerrados en un termo el largo viaje desde Africa hasta Uruguay. El MSP tiene detectados a sólo cuatro ejemplares de estos simios, los que fueron ingresados ilegalmente al país entre los años 1993 y 1995. En un comunicado hecho público ayer, el ministerio a cargo de la salud de los uruguayos expresó que “En referencia al ingreso de animales, plantas y objetos exóticos vinculados al retorno de personal militar al país, luego de misiones de paz, se han perfeccionado los sistemas de control que en los últimos seis años son regulados por Naciones Unidas en el exterior y por Aduanas, Ministerio de Defensa Nacional y MGAP dentro del país.”

Según explicó la directora de la Unidad de Zoonosis y Vectores del Departamento de Epidemiología del MSP, Gabriela Willant, estos monos pueden contagiar a los humanos con rabia, hepatitis A y B, ébola y marbur. Felizmente, ello no ha sucedido hasta ahora, y su permanencia en el país puede haber operado como una “larga cuarentena”.
De todas maneras, el MSP decidió "prohibir el ingreso de animales exóticos por cualquier vía", y anunció que ha coordinado con el Servicio de Sanidad de las Fuerzas Armadas para "extremar las medidas de control.” El director general de Salud aseguró que entre dichas medidas se ha propuesto realizar revisaciones más intensas a los efectivos y... la "prohibición de usar termos." En un ataque de cordura, el ministro de Defensa, Yamandú Fau, desmintió esta declaración y se preguntó muy sensatamente: "¿Cómo van a prohibir traer termos? Si los trajeran en las botas, ¿habría que prohibir el uso de botas? Además, primero habría que probar que los monos fueron traídos por militares". Según el ministro, los efectivos son "revisados hasta los zapatos" cuando embarcan de regreso al país, "y cuando llegan también, hasta con rayos equis". Fau también adelantó que el ministerio a su cargo no hará ninguna indagatoria hasta tanto no se presente una “denuncia oficial” al respecto.

Por su parte, la doctora Willant destacó que estos monos no son naturalmente agresivos, pero aclaró que esta conducta puede modificarse si se toma en cuenta que Federico “fue sacado de su hábitat natural recién nacido, hizo todo un viaje y vivió toda su vida en Uruguay" (en la casa de un militar y bajo las presidencias de Julio Sanguinetti y Jorge Batlle) por lo que "no se sabe cómo puede reaccionar.” Según el ministro Yamandú Fau, sólo entraron tres de estos monos al país, y fueron traídos desde Mozambique: "Uno de ellos murió y los otros dos permanecen en zoológicos," aseguró. Por su parte, el edil de Treinta y Tres John Acosta, aseguró que la doctora Willant le manifestó que hay "más de 800." Consultada al respecto la científica, aseguró en cambio que ella nunca “habló de números” con el curul, quien insiste en que Willant le dijo textualmente: “No quiero ni saber, pero me dijeron que hay más de 800 en todo el país.” Darwin Herrera, funcionario de Relaciones Públicas del Ejército Nacional afirmó que la institución "no posee datos" sobre el tema.

El director de Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Hipólito Tapié, adelantó que, de ser hallados, los monos africanos que hayan ingresado al país en los últimos tres meses "serán sacrificados" (claro: “muerto el mono, se acabó la rabia”) El jerarca informó a “Últimas Noticias” que "en el expediente que me llegó, figuraba que el animal había entrado a Uruguay hace unos 60 días, pero el director del Zoológico Municipal de Treinta y Tres, Mario Abella, me comunicó ayer que vive en el país desde hace nueve años”. Para el edil Acosta, está claro que en todo esto "hubo negligencia" del director del Centro Departamental de Salud Pública de Treinta y Tres, Carlos Favotto, al "no dar conocimiento a tiempo a las autoridades" del ataque del mono a la niña. Según dijo, ésa es la explicación por la cual los datos llegaron cuatro meses más tarde a la Unidad de Zoonosis y Vectores del MSP. Acosta asegura que la madre de la pequeña, no se comunicó directamente con el MSP porque "estaba asustada y le daban diferentes instrucciones", al tiempo de esperar que Favotto resolviera el asunto.