En estos tiempos en que se insiste tanto con el desarrollo agroindustrial y la inversión extranjera, yo insisto en que de esa forma no sólo seguiremos estropeando el país y el planeta, sino en que además nunca lograremos una (re)distribución equitativa del ingreso ni la justicia social. Repito que ningún desarrollo es sustentable y que a los capitales privados nacionales y extranjeros lo único que les interesa es obtener la mayor ganancia con la menor inversión en el menor tiempo posible, y que el país y su gente se les importa un carajo. Así lo han demostrado capitalista tras capitalista año tras año y siglo tras siglo, desde el Central Uruguay Railway hasta la fábrica de porcelana Olmos. Y si una y otra vez han hecho siempre lo mismo: ¿Por qué habrían de hacer algo distinto ahora? ¿Por la linda cara del Pepe? Yo, si fuera el Pepe, me mantendría muy alerta, y leería a Ivan Ilich, que ese tipo sí que la tenía clara.
