
Para empezar, es una película que desde lo puramente estético, es bellísima. Estas cosas son cuestión de gustos, pero creo que junto con "Los sueños de Akira Kurosawa", es la película más bella que ví en mi vida.
Desde el punto de vista técnico, la película está perfectamente narrada, sin ningún error ni de continuidad ni de nada, con un montaje dinámico que haría las delicias de Dziga Vertov. Yo no sé, capaz que ahora con tanta computadora la tarea del montajista es más fácil que antes, pero -¡vamos!- ha de ser complicado mezclar tantas cosas distintas sin que se note que lo son.
Más allá de eso, "Avatar" es una película tan políticamente correcta que a pesar de que ganan los buenos, uno sale del cine más que triste, porque se da cuenta de que lo que las grandes empresas hacen en ese planeta es lo mismo que ya han hecho en éste, y que los militares que desembarcan en Pandora para proteger los intereses de esas empresas son iguales a los que desembarcaron en Irak (por no abundar) para hacer más o menos lo mismo.
En la película, los malos son derrotados porque literalmente todo el planeta "Pandora" se pone en su contra. Aquí en cambio, los malos han triunfado porque el planeta está desconectado de la gente y la gente es comprada por la Barrick Gold (por ejemplo), que es la empresa terráquea más parecida a la de la película.
El planeta Pandora se salva porque echa a los invasores humanos. Nosotros, en cambio, somos los humanos y no sólo no nos podemos echar, sino que además no podemos parar de depredar el planeta. Entonces, uno sale del cine triste, porque se dá cuenta de que nos estamos haciendo el harakiri simplemente por codicia.
Y ahora me doy cuenta de que al final nos va a pasar lo mismo que a los humanos de la película de Cameron: será el planeta el que se encargue de nosotros por haberle hecho lo que le hemos hecho. La diferencia es que nosotros no tendremos a dónde ir.