Tú conoces a una persona del mismo modo en que se explora una selva. Primero la sobrevuelas, luego la rodeas, mas tarde comienzas a recorrer sus senderos, a hollar sus claros, a sumergirte en sus lagunas, a penetrar sus umbríos. Vas entrando más y más profundo por allí donde está abierto el sendero y lo sigues hasta que puedes. A veces pierdes la huella, a veces lo enmarañado de la vegetación te impide seguir adelante. Otras veces encuentras carteles indicadores que dicen “Es por aquí”, o “Prohibido el paso”, o “Salida”... hay carteles de todo tipo, dependerá de ti seguir sus instrucciones o no. En otras oportunidades llegas a un cul de sac, a un dead alley, a un callejón sin salida, y debes elegir entre volver atrás o abrirte camino a brazo partido. Es así que poco a poco vas conociendo a la otra persona.
Y al igual que las selvas, las personas tienen lugares agradables y de los otros; lugares que te atraen y lugares que te rechazan; lugares que te gustan mucho y lugares que te desagradan. Tú exploras hasta que puedes o hasta que quieres, depende de lo que encuentres, depende de tu estado de ánimo. A veces todo te atrae y sigues explorando todo lo que puedes. A veces encuentras cosas impensadas y huyes disimuladamente, usando alguna excusa tonta o haciendo que se hastíen de tí. A veces intuyes que encontrarás algo desagradable y renuncias a seguir explorando, te quedas en el lugar que te gusta, en el prado junto al arroyo, pongamos por caso, y te disfrutas con lo que has encontrado. Yaces en el fresco césped, miras pasar las nubes en el cielo mas allá de las copas de los árboles, escuchas el canto de los pájaros... no preguntas más nada y simplemente disfrutas.
No pretendas nunca explorar totalmente la selva. No se puede, nunca se puede. Aún cuando luego de recorrerla durante mucho tiempo creas que la has conocido totalmente, no es cierto. Si realmente estás a gusto en esa selva, domina tu curiosidad y nunca vayas más allá de lo permitido. Respeta los carteles indicadores, no entres en las cavernas donde está prohibido el paso porque esa puede ser la entrada al Averno y ya sabes que luego de que entras en ese lugar no hay marcha atrás. Tú ya sabes.