Porque ni llueve como se debe, ni deja de llover, ni sale el sol de una buena vez, ni hace frío, ni hace calor, ni no nada, una porquería. Porque cuando llueve como se debe, uno se pone a leer una novela policial clásica en el sillón al lado del hogar mientras escucha el agua caer y el fuego crepitar y fuma una pipa y bebe un escocés sin hielo, aunque en realidad esté leyendo sentado en un cajón de verdura y ni fume ni beba ni tenga estufa a leña.
Y si sale el sol, uno sale con él y pasea y visita y saca fotos o va al supermercado a hacer el surtido, por lo menos. Pero así como está, ni una cosa ni la otra, ni la otra más, así que se pone a escribir ésto porque tampoco se le ocurre nada trascendente o gracioso como se debe para escribir.
Y más bronca le da, porque sabe que como hoy es feriado, las personas que usualmente leen este blog mayormente no trabajan y entonces tienen tiempo y ganas de leer más que de costumbre, porque como el día está feo, se quedaron en la casa y como en la tele no hay nada, vinieron a la computadora a ver qué escribí yo para alegrarse el día o masoquearse conmigo, y justo hoy, que tengo más público que de costumbre y están todos esperando que escriba algo que de significado a sus vidas, a mi no se me ocurre nada.
Oiga: apague esta máquina de porquería y agarre un buen libro, aproveche el día en serio.