(y a mi no me importa mucho que digamos)

domingo, 13 de septiembre de 2009

A VER SI ME ENTIENDE...


Si yo hubiera querido esclavizarme, me hubiera hecho milico o inspector de Cutcsa (que es más o menos lo mismo), o hubiera puesto un almacén. Pero en lugar de eso puse un blog, que se supone que es un instrumento liberador de la psique. Sin embargo, si uno se lo toma a pecho, en lugar de liberado puede terminar esclavizado también con ésto (como con cualquier cosa, desde el cigarrillo hasta el ajedrez, pasando por el cortauñas Trim).

Hoy, por ejemplo, es un hermosísimo día primaveral. El aire está limpio, Febo ilumina radiante, el celeste del cielo está límpido como un cristal, no hace frío y ella me espera... así que no me voy a quedar acá encerrado escribiendo para satisfacer vuestro voyeurismo intelectual.

De todas maneras, como no quiero ser ingrato, os dejo con una admirable pieza de mi producción humorística; un clásico, diríamos, ya que lo escribí hace como diez años y lo sigo refritando una y otra vez.

Hasta mañana entonces, y si están leyendo esto ahora: ¡apaguen la computadora y salgan afuera! Si lo están leyendo a las dos de la mañana, hagan como que no dije nada. Chau.

ANIVERSARIO DE UNA GRAN DEPORTISTA

El próximo 30 de mayo se conmemorarán 579 años de la muerte en la hoguera de Juana de Arco, la famosa guardameta del Orleans FC (por eso también se la conoce como "La Doncella del Orleans") y de la selección francesa (de ahí que también se la denomine la "Santa Patrona del Fútbol Francés."

Juana había nacido en el año 1412 en el pueblo de Domremy, pero a pesar de ello no se dedicó a la música sino al fútbol. A los 13 años le vió literalmente la cara a Dios, y comenzó su carrera deportiva, jugando en los equipos de San Miguel, Santa Margarita, y Santa Catalina (pasando el Cerro) antes de ser transferida al Orleans. En realidad, ella se llamaba Juana Fernandés, pero todos se referían a ella como "Juana, la del Arco", y con los siglos el mote se abrevió al que actualmente conocemos.

Hacia 1429, cuando el seleccionado galo estaba muy mal posicionado en la Eurocopa, fue elegida como cancerbera del arco francés, y merced a un brillante y recordado desempeño en el enfrentamiento con el seleccionado de la rubia Albion en el estadio de Patay, logró la clasificación de Francia para la final. Indignados, los hooligans la tomaron prisionera y la acusaron de "maldad" por vestir ropas masculinas (el equipo de goalkeeper, claro) y de "herejía" (por haber impedido el triunfo de los inventores del fóbal), quemándola sin más ni más en la hoguera. Para desgracia de Juana, ese día era domingo, y como Dios descansaba, ni se enteró. Después la hicieron Santa, y desde entonces es la Patrona de los goleros.